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En este espíritu bíblico y en solidaridad con los constructores y constructoras de paz en Colombia, informamos a la opinión pública que el día sábado 14 de julio de 2018, tuvimos conocimiento de un panfleto en el que un grupo armado ilegal autodemoninado “Águilas Negras” amenaza de muerte un conjunto de líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos, organizaciones, periodistas, dentro de las cuales se encuentra JUSTAPAZ.

Por más de 26 años, Justapaz, un ministerio de la Iglesia Menonita de Colombia y un socio de CCM, ha trabajado con iglesias y la sociedad civil por la paz en Colombia. Su trabajo surge desde sus convicciones anabautistas de fe. La organización es conocida por su dedicación al derecho de la objeción de conciencia al servicio militar, su documentación de violaciones de derechos humanos en el marco del conflicto armado, y más recientemente, por su incidencia hacia la implementación de los acuerdos de paz. Las amenaza de muerte demuestra que el trabajo de Justapaz, igual que el trabajo por de paz en todo el país, lleva riesgos tangibles.

“Consideramos que Justapaz está actuando de manera sabia, tomando esta amenaza en serio y respondiendo con valor para visibilizar la situación.” Dice Elizabeth Miller, co-representante de CCM para los socios en Colombia. En Colombia, existe una historia larga del peligro asociado con el trabajo de paz, pero la situación se ha puesto otra vez mas riesgosa en los últimos dos años. “En el contexto actual colombiano, hay un aumento de amenazas en contra de las personas que apoyan el proceso de paz y la restitución de tierra, defensores de derechos humanos y líderes comunitarios,” dice Miller.

Desde la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC-EP en 2016 y el presente, en Colombia se ha visto asesinatos constantes de defensores de derechos humanos y líderes comunitarios (el número es entre 150 y 300, según diferentes fuentes), pero ha habido un aumento notable de amenazas y asesinatos desde las elecciones presidenciales el mes pasado. La situación parece desestabilizarse rápidamente, a medida que los grupos armados aprovechan de la nueva coyuntura política.

Anna Vogt.

El diciembre pasado, miembros de Justapaz, CCM, y otras organizaciones se encontraron en un parque de Bogotá para encender velas. Uno tras otro, compartieron nombres e historias de personas asesinadas por parte de grupos armados después de los acuerdos de paz. Intercalado con los nombres, leyeron partes del texto bíblico sobre el nacimiento de Jesus. La actividad fue un bello momento para pausar y recordar la valentía de constructores de paz en Colombia y para reflexionar sobre el mensaje de libertad y reconciliación en el nacimiento de Jesus. El evento simbolizó la esencia del trabajo de Justapaz: encender velas en medio de contextos desafiantes. Ni los riesgos ni la respuesta de las iglesias son nuevos.

Justapaz nos invita a responder a estos desafíos crecientes. Nos invita a orar, compartir su comunicado e historia, y levantar la voz en contra de la violencia sistémica en Colombia contra organizaciones, iglesias, y grupos comunitarios que toman grandes riesgos en su acompañamiento a víctimas y búsqueda de la reconciliación. Justapaz invita a iglesias, congregaciones y organizaciones a firmar una carta de solidaridad con el trabajo de paz en Colombia. Si su iglesia tiene interés, dirija un correo electrónico a: justapaz@justapaz.org or colombiarep@mcc.org

COMUNICADO JUSTAPAZ 2018
CARTA PARA SUSCRIBIR JUSTAPAZ - Igl. de Argentina

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