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Alberto Girón Lopez es de Chiapas, Mexico y Lindsey Frye es de los EEUU. Trabajan con el socio de CCM, INESIN. 

Me acuerdo una mañana hace dos años cuando fui a mi huerto temprano para cosechar unas hojas de espinaca. Escuché un ruido bajo pero intenso, que me hizo parar en medio del huerto para escuchar. Unas cien abejas estaban visitando el huerto en esa mañana, y estaban llenando sus trompas con el néctar de las flores de las calabazas, y lo fueron pasando de un lugar a otro. El ruido fue su canto del trabajo. Le di gracias a Dios por su canto sagrado, sabiendo que en el transcurso de su trabajo, hacen posible que las flores se conviertan en frutos hermosos para nuestra mesa.

Así nos pasa también cuando tenemos un intercambio, como el viaje que hicimos a Haiti. Llevamos una vida, un contenedor de muchas experiencias e influencias de contextos culturales y sistemas familiares. Y de allí sacamos algo para poder compartir. Por ejemplo, Alberto compartió en un panel sobre soberanía alimentaria y las experiencias que vivimos acompañando a las comunidades Chiapanecas.  Al mismo tiempo, pudimos ver y tomar el néctar del lugar nuevo, que tiene su propio contexto particular. Después de una semana, volvimos para ver como nutrir nuestros espacios con lo que trajimos de los demás. De todo eso, vemos tres cosas impresionantes como parte de nuestra visita, que nos nutre para el trabajo en Chiapas:

Caminamos como grupo en la region de Kabay, donde hay mucha sequía y deforrestación.

1. Como aprovechar lo poco que uno tiene.

Durante mi estancia en Haití estando en las zonas rurales pude reflexionar muchas cosas, por ejemplo  la alimentación, el agua, la tierra, los recursos naturales cosas que no muy se ven, en cambio pude comparar con mi país (México) que tenemos  estos recursos pero no sabemos cómo aprovecharlos de manera sustentable. También  pude conocer lugares y espacios de siembra de arroz, guineos, yucas y otras hortalizas, trayendo estás experiencias para mi familia y para los grupos de trabajo.

Visitamos la siembra de un miembro del grupo de agricultores en Kabay.

2. La manera en que se organizan los grupos de trabajo en Haiti

La gente con los que trabaja CCM es bien organizada, y aseguran que el trabajo de una persona se refleja de forma colectiva en los frutos que comparten. Pude ver el lado positivo al trabajar en colectivo, ayudándose mutuamente sin prejuicios. La manera de organizarse de la gente me ayudó a ver varias herramientas que puedo usar para la organización donde trabajo.

3. Encontrando la sostenibilidad en el campo urbano

En las zonas urbanas vi un espacio agroecológico como un ejemplo a seguir para los visitantes e incluso para los haitianos, reciclando basura y con base a eso ocupando el espacio para sembrar hortalizas y arboles forestales.

Fue un espacio lleno de conocimiento y plenitud que pudimos compartir con CCM. Conocer la humildad y la sinceridad de los hermanos y hermanas haitianas también nos fortaleció como personas y trabajadores, con ánimo a seguir con nuestras metas y trabajos futuros.

Alberto trabaja la semilla de moringa con uno de los participantes del centro juvenil que visitamos en Site Soley.

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