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Por Anna Vogt, CCM Colombia

Ha sido un gusta para mi descubrir el canon de Wade Davis este ano. Un botanista y antropólogo, su trabajo es una lente que a me, me ayuda mirar mis propias experiencias. Atreves de sus investigaciones en Colombia, el norte de Canadá, Tíbet, Kenya, Haití and otros partes, Davis explora la cultura, desde lingue, a religión, a comida, hasta toda que la gente use para ayudarse entender, y entonces funcionar, en el mundo en donde crea vivir.

Todos y todas funcionamos en un manera que tenga sentido para nosotros mismos. Si estamos conscientes de eso o no, seguimos patrones y normas culturales que nos dan la facilidad de mover en nuestro mundo instintivamente.

La Pérdida de Culturas

La pérdida de culturas, que está pasando con una velocidad alarmante de nivel munidad, ha resultado en un sentido de estar desconcierto y una falta de entendimiento de cómo funcionar, porque el mundo ha parado de ser el mundo en que creyera.

Hay muchas causas por la pérdida cultural, incluyendo el crecimiento del estado nacional con fronteras artificiales junto con estrategias de desarrollo, quienes en realidad no tienen casa nada que ver con la gente que sufran el mayor impacto.

El Caso de Colombia

En Colombia, esta pérdida está pasando con el desplazamiento. Personas, que siempre han vivida de la tierra y la vida campesina están forzados a salir de su vida, atreves de una estrategia de desarrollo internacional sin consulta previa, se pierde parte de su habilidad de ser sí mismos.

Primero por la violencias en los anos 90s y temprano 2000s, y ahora por el fallecimiento de los cultivos de aguacates y falta de servicios básicos, la gente esta huyéndose de los Montes de María. Su manera de vivir instintivamente se perdió porque su vida de ante ya no exista. Eso incluya como conseguir la comida, como trabajar, como estar en relación con los demás, hasta cómo manejar moto en vez de cabello. Por supuesto, la gente se adapta, se encuentra comunidad nueva, y se aprende funcionar en un medio diferente.

Pero no es igual y no tenían una opción. Con frecuencia, especialmente para los jóvenes, una comunidad nueva significa pandillas urbanas y actividades ilegales o trabajo sexual para ganar dinero, dinero usado para comprar la comida que ya no es posible cultivar. Las habilidades adaptadas especialmente para la vida rica del campo no tiene lugar en la cuidad.

El impacto de la Perdida de Culturas

Eso es trágico, no por ideas románticas que la vida rural es mejor que la urbana o el cambio es siempre negativo, pero porque otra entendiendo de que significa ser humano se fue para siempre sin permiso o cuidado. Como dice Wade Davis:

Los pueblos indígenas no están parando el camino hacia el progreso; más bien, que contribuyen al progreso si se le da una oportunidad. Su supervivencia cultural no debilita el estado nacional; sirve para enriquecería, si el estado está dispuesto a asumir la diversidad. Y, lo más importante de todo, estas culturas no representan intentos fallidos de modernidad, personas marginales que, de alguna manera perdió el tren tecnológico para el futuro. Por el contrario, estas personas, con sus sueños y oraciones, sus mitos y recuerdos, nos enseñan que hay otros modos de ser, visiones alternativas de la vida, nacimiento, muerte y creación en sí misma. Cuando se le preguntó el significado de la vida del ser humano, responden con diez mil voces diferentes. Es dentro de esta diversidad de conocimientos y la práctica, de la intuición y la interpretación, de la promesa y la esperanza, que todos redescubrimos el encanto de ser lo que somos, una especie consciente de nuestro lugar en el planeta y no solamente capaz no hacerle daño sino también de asegurar que todas las criaturas en cada jardín encontrar una manera de florecer. (Wade Davis, Light at the End of the World, 202.)

Por eso, yo apoyo a movimientos como Idle no More en Canadá y la caminata non-violenta que las comunidades de los Montes de María están planeando para exigir sus derechos de estar en cargados de su propio futuro. No porque yo quiero que estas comunidades estén trancados en el pasado, pero porque ellas tienen el derecho de escoger su futuro y deben tener acceso a las herramientas como el salud, la educación, la representación política y cual quiera otra cosa que ellos decidan se necesitan para hacer sus decisiones mejores. Y sin estas comunidades haciendo sus propios decisiones, todos perdimos.

Para más información sobre la caminata de Montes de María, véase:

http://seed.mcc.org/es/reflect/blog/2013-02-26

 Fotos de Montes de María por Anna Vogt.

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