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Maggie Mulhern, de Louisville, Colorado y la Primera Iglesia Presbiteriano en Boulder, Colorado, sirvió en Oruro, con el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) como parte del programa de Semilla II con CCM Bolivia.

Ruth Vilches es conocida en la oficina de Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) como alguien que nunca puede decir “No,” ella siempre está lista para ayudar a cualquier persona. Siempre con una sonrisa grande y un saludo cariñoso, ella lleva energía a cualquier situación. Ruth se unió a CEPA hace 3 años, con una experiencia de trabajo con comunidades indígenas. Trabajando con un equipo donde la mayoría son varones, Ruth es un ejemplo de una mujer fuerte y respetada, a pesar de la cultura machista que existe en Bolivia. Ella está involucrada con varios proyectos de CEPA, pero la mayoría de su tiempo está comprometido con la problemática del lago Poopó, y las comunidades indígenas alrededor del lago que están siendo afectadas por la sequía y la contaminación minera.

Photo: Anna Vogt

Ruth creció en un pueblito Nazareno, en la provincia Sud Chichas del Departamento de Potosí con sus padres, y es la mayor de cuatro hermanos. Su papá trabajaba en el ferrocarril, y por esta razón su familia se mudó varias veces durante su infancia, alrededor de Potosí. Desde su juventud, Ruth tenía inclinaciones por servicio social. Cuando era niña, ella tenía sueños de ser maestra o trabajadora social. Durante su último año de secundaria, Ruth y su familia se mudaron a Oruro. Ella asistió a la Universidad Técnica de Oruro (UTO) donde estudió Derecho y Antropología.

La contaminación ambiental ha sido un tema en su vida desde el inicio. Durante primaria, mientras su familia vivía en un centro minero llamado Atocha-Potosí, ella caminaba con sus hermanos durante una hora para llegar a la escuela y una hora de regreso a su casa. Cada día ellos pasaban por los desmontes de la mina local. Recordando esto, Ruth explica, “nosotros niños subíamos a los desmontes porque eran como cerros… ¡Felices nosotros estábamos! A los pocos meses, nuestros guardapolvos aparecían como quemados, amarillos. Mi mama decía ¡esto es por los desmontes!”

Ella recuerda muy bien, el momento en que descubrió su interés en apoyar a comunidades indígenas, en sus palabras: “el punto de partida, el punto de inflexión” en su vida. Durante sus estudios universitarios, conoció a un profesional, Luis Rojas Aspiazu, director de un ONG en Cochabamba. Él estaba en el proceso de abrir una librería, y ella decidió dejar su trabajo actual y unírsele. A través de su amistad con Luis, Ruth empezó de descubrir una nueva manera de pensar sobre la desigualdad, discriminación, y racismo que veía cada día. Ella estaba inspirada para trabajar contra la desigualdad y discriminación que existía y existe en las comunidades indígenas, creyendo que estas comunidades tienen una sabiduría ancestral que merece respeto.

Con esta nueva meta, de tener una carrera enfocada en apoyar a comunidades vulnerables, Ruth empezó un camino difícil. En lugar de solo buscar un trabajo sencillo y cómodo, ella siempre buscaba oportunidades y organizaciones que compartan esta meta. A veces, esto significaba que tenía que trasladarse a otras ciudades, y estar lejos de su familia; hubo momentos en que ella estaba sin trabajo cuando los proyectos terminaban. En medio de todo esto, ella continuaba buscando un trabajo significativo y cuidando a su familia, para brindar el sustento económico como madre de la familia.

Después de cumplir con su tesis en Derecho, un proceso de cuatro años trabajando con dos comunidades rurales, Ruth empezó de trabajar con una organización en Potosí se llama Investigación Social y Asesoramiento Legal Potosí. En esta época ella estaba trabajando en apoyar a comunidades originarias con el fin de fortalecer la estructura política-administrativa, y los roles de las autoridades originarias. Recordando este tiempo ella dice “en estos años había mucho apoyo económico de los ONG’s, era increíble, nos han dado una camioneta cero kilómetros… Nos han dado computadores, nos han dado alto presupuesto.”

En el 2007, un tiempo de grandes cambios políticos en Bolivia, Ruth recibió un llamado de un compañero de la universidad, diciendo que había trabajo en Oruro, para recoger información y opinión de la gente para la Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente (REPAC). Después de este trabajo inicial con REPAC, ella siguió involucrada en el proceso de elaboración y socialización de la nueva Constitución por algunos años.

Este trabajo le dio opción para encontrar una nueva fuente laboral, realizando una Consultoría para ONU MUJERES a través de la ONG Colectivo Cabildeo. Ruth explica que, específicamente “el trabajo consistía en que los gobiernos municipales y las organizaciones de mujeres realicen gestión para garantizar los presupuestos en género en los documentos de planificación municipal.”

Continuando su tendencia de mudarse y conseguir trabajo nuevo, después de la Consultoría, Ruth trabajaba en la Comisión de pueblos indígenas de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija. Ella sonríe describiendo este trabajo, como un trabajo “bien tranquilo porque trabajaba en la comisión… Y mi único trabajo era hacer las actas.”

Después de esto, ella se mudó a Oruro y empezó de trabajar en el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), como consultora. Ella conoció a Gilberto Pauwels, el director de CEPA, hace muchos años. Continuando en el CEPA, llegó la oportunidad de ejecutar un nuevo proyecto sobre el Lago Poopó. El director le preguntó a ella si quería ser la responsable del proyecto, por lo que se unió al equipo oficialmente, trabajando en el tema de contaminación y lago Poopó. En su trabajo con CEPA, ella está comprometida a apoyar y asistir a los grupos vulnerables que dependen del Lago Poopó para que las comunidades logren su subsistencia económica. Siempre está organizando eventos para socializar la problemática de la sequía y facilitando conversaciones entre autoridades de las comunidades afectadas.

El camino de Ruth para llegar a CEPA es complicado y lleno de experiencias únicas y aprendizajes importantes. En este momento, Ruth no solo es experta en el apoyo y acompañamiento a las comunidades originarias, también tiene un conocimiento profundo en las áreas de género, cabildeo, y la constitución boliviana. Lo que hace Ruth aún más impresiónate es que ella ha logrado todo eso mientras está cuidando a sus dos hijos, y durante algunos años a su padre. Actualmente, ella vive con sus dos hijos en Oruro, cuidando la casa y trabajando días largos, y muchas veces durante los fines de semanas, en CEPA.

Ruth ha experimentado de varias maneras, la dificultad de ser una mujer en un ambiente que es dominado por los hombres. Pensando en sus compañeros de trabajo, ella explica que “inconscientemente tienen sus actitudes machistas.” Ella cree fuertemente, que hay expectativas desiguales para las mujeres y hombres. Ella dice que, como mujer, siempre tiene miles de cosas en su mente, y en cada momento está pensando “como están mis hijos, hay que preparar la comido, hay que pagar la luz, hay que lavar la ropa, tengo que hacer el informe.” Pero, en comparación, “el varón no es así, tendrán dos cositas, tengo que hacer mi informe, tengo que viajar.” “Está tan normalizado que nos parecen normal” ella continua, “yo siento a veces que aquí en la oficina, cuando no cumplo una tarea que tengo que hacer, los varones me están diciendo, estás pensando en tu casa. Y en mi casa me pasa lo mismo. Esto es difícil de superar.”

Al inicio de 2018, Ruth y una compañera de trabajo decidieron compartir un conversatorio sobre género con todos los compañeros del CEPA. Dirigieron un taller, para abordar el problema de desigualdad de género con todo el equipo de CEPA. Durante este día Ruth y la otra compañera, facilitaron discusiones sobre desafíos que enfrentan las mujeres y propuestas para acciones que CEPA pueda implementar y alcanzar un ambiente más abierto y saludable para mujeres. Reflexionando sobre el taller, Ruth dice “por lo que comentan los y las compañeras, creo que ha provocado reacción en todas y todos. Por que por lo menos, ya están pensando en que las coordinadoras de las unidades sean mujeres. Ojalá las decisiones tomadas en el taller, se hagan realidad.”

De esta forma, Ruth es una líder para todos en CEPA, facilitando discusiones difíciles, y siempre animando a sus compañeros y compañeras, a pensar en nuevos desafíos. Además de eso, Ruth está dirigiendo un proyecto grande, manejando fondos y equipos, y también cocinando para sus hijos y cuidando la casa. Ruth es un ejemplo de una mujer quien ha superado dificultades, y también es un ejemplo de una persona quien ha dedicado su vida al servicio de otros.

Photo: Anna Vogt

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